Sobre la drástica prohibición de la E en Venezuela

En lo que sin duda es una de las medidas más duras existentes sobre alternativas más seguras a la nicotina, el Ministerio de Salud de Venezuela acaba de prohibir el uso personal, la posesión, la producción, la distribución y la comercialización de vaporizadores, productos de tabaco calentados y productos similares.

La medida prohíbe la fabricación, almacenamiento, distribución, circulación, comercialización, importación, exportación, uso, consumo, publicidad, promoción y patrocinio de Sistemas Electrónicos de Administración de Nicotina (ENDS). La World Vapers Alliance (WVA) dijo que la prohibición también incluye sistemas electrónicos similares sin nicotina (ENNS), consumibles, tanques o cartuchos, envases de recarga de consumibles y otros accesorios, productos de tabaco convencional (PTC convencional y herbario) y productos análogos.

Hace dos meses, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, pidió al equipo médico y científico de su gobierno que considerara la prohibición, explicando que (sorpresa, sorpresa) esto fue motivado por “alertas” de la Organización Mundial de la Salud (OMS)”.

Alberto Gómez, Community Manager de WVA para España y América Latina, explicó que lamentablemente la prohibición es una gran bofetada a los miles de venezolanos que ya habían logrado dejar de fumar y mejorar su salud pasándose al vapeo. "Ahora tendrán dificultades para acceder a los productos y será más difícil para más fumadores cambiar a alternativas menos dañinas".

Innumerables estudios y expertos en reducción de daños del tabaco han subrayado incesantemente que la prohibición siempre fracasa y trae consigo una serie de consecuencias no deseadas. Estos incluyen el regreso de muchos a fumar, una expansión del mercado ilícito y una caída en las tasas de abandono del hábito de fumar. En última instancia, esto significa que la salud pública se verá afectada y, como consecuencia, la carga sobre el sistema de salud aumentará exponencialmente.

Además, a diferencia de los mercados regulados, los mercados negros no tienen control sobre las ventas de nada a menores. Tampoco establecen estándares y controles de calidad de los productos. Por lo tanto, al limitar la disponibilidad de cualquier producto en el mercado negro, las autoridades sólo están aumentando su disponibilidad para los menores y aumentando su potencial de riesgo.

En este sentido, un artículo de 2021 elaborado por cuatro académicos muy respetados en el campo del control del tabaco, pedía regulaciones de vapeo equilibradas que puedan frenar las tasas de vapeo entre adolescentes y al mismo tiempo permitir a los fumadores adultos acceder a los productos para ayudarlos a dejar de fumar.

En un artículo publicado en la revista de políticas de salud revisada por pares, Health Affairs, investigadores de la Universidad de Michigan y la Universidad de Georgetown reconocieron que muchos estadounidenses siguen confundidos acerca de los daños y beneficios relativos del uso de nicotina. Lo que es más importante, agregaron, los mensajes dirigidos al público tienden a centrarse más en frenar el consumo entre adolescentes que en utilizar los productos como herramientas para dejar de fumar y reducir los daños del tabaco.

Los académicos habían destacado la importancia de establecer políticas que aborden simultáneamente la cuestión de la accesibilidad para los adolescentes y el aumento del abandono del hábito de fumar en los adultos. Lamentablemente, agregaron, en los EE. UU. las regulaciones sobre el vapeo se han centrado en reducir las tasas de vapeo entre los adolescentes mediante el establecimiento de políticas que también frenarían su uso por parte de los adultos.

Por supuesto, estas medidas son contraproducentes. Los académicos dieron el ejemplo de los impuestos al vapeo, que cuando no van acompañados de impuestos a los cigarrillos simplemente están impulsando a los adolescentes a fumar en lugar de vapear. De manera similar, estos impuestos están reduciendo la probabilidad de que los adultos cambien de cigarrillos a alternativas más seguras, aumentando así su consumo de tabaco y reduciendo el abandono del hábito de fumar.

En otras noticias, una encuesta reciente realizada por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) reveló que la mayoría de los estadounidenses estarían a favor de una prohibición total del tabaco que incluiría los cigarrillos.

Titulado “Apoyo a las políticas para prohibir la venta de cigarrillos mentolados y todos los productos de tabaco entre adultos, 2021”, el informe de investigación se publicó en la revista revisada por pares Preventing Chronic Disease y preguntó a las personas si apoyarían la prohibición de los cigarrillos mentolados y el venta de todos los productos del tabaco.

Los resultados compilados indicaron que el 62,3% de los 6.455 participantes de la encuesta apoyarían una prohibición de los cigarrillos mentolados, mientras que el 57,3% estaría a favor de una prohibición de la venta de todos los productos de tabaco. El equipo de investigación precisó que, en general, más mujeres de 18 a 29 años estaban a favor de ambas prohibiciones: un 65% frente a un 59,5% de hombres para la prohibición del mentol y un 62,2% frente a un 52,2% para la prohibición total del tabaco.

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